María Jimena Monsalve, jueza Nacional de Ejecución Penal de la ciudad de Buenos Aires y presidenta de la Asociación Argentina de la Justicia de Ejecución Pena, participó el pasado 9 de julio, en la cárcel de Batán, más precisamente en el territorio Liberté perteneciente a la cooperativa de trabajo de igual nombre y autogestión, (llevada a cabo íntegramente por presos) del encuentro de juezas y jueces, bajo el título de “Garantías de Independencia”.

La magistrada fue abordada por la prensa de este espacio y decía lo siguiente:

Muy contenta de haber pasado este día tan lindo, haber visto todo lo que Liberté ha logrado, recién salimos de la cajita y vernos en persona y sobre todo darnos cuenta de que existe una alternativa, una forma distinta de vivir aún en el contexto de encierro o en el contexto de una cárcel, Liberté es un gran ejemplo de eso.

Le diría a todos los jueces y las juezas, y operadores de la justicia, que Liberté es una experiencia que merece ser vivida, que hay que venir a ver cómo se puede, por ejemplo, contar con la posibilidad de comprar en un almacén, de autogestionar completamente, todas las actividades que se hacen en el espacio.

Es un espacio exclusivamente gestionado por los presos y que funciona,  con un montón de elementos que hacen la diferencia y que no deberían en realidad, de ninguna manera estar excluidas o prohibidos en nuestras cárceles, nuestros sistemas, ya es entender lo importante que es poder acceder por ejemplo a tomar un helado, a tomar una gaseosa, a sentarse con un compañero a charlar, saber responsabilizarse, tener un sistema de autogestión con el que facturan, comercializan los productos como corresponde, los talleres, el proyecto de huerta, el proyecto de apicultura, realmente son todos casos esperanzadores de autogestión, eso es lo más increíble.

Yo creo que lo más difícil en este momento, y en el Servicio Penitenciario de la provincia de Buenos Aires, más, sobre todo, es buscar la forma de contrarrestar el grave problema de hacinamiento y las condiciones en las que una persona tiene que transitar una condena.

Y la verdad que es que haya surgido del autogobierno y de la decisión de toda esta cantidad de personas y este equipo impresionante de personas trabajando por y para estar mejor, para vivir mejor, para sentirse dignos, para poder esperar a sus hijos, a sus hijas, con una pizza, todas cosas que no hacen para nada mal.

Es impensable que esto no esté incluido, no es banal, es la vida misma con sus pequeños momentos activados, a los que hay que aferrarse sin duda para poder atravesar, lo difícil que es la privación de libertad, y entonces cualquiera que crea que esto es una banalidad está equivocado.

Fuente: Prensa Liberté