Recordó su paso por allí y expreso su grata sorpresa por el crecimiento del espacio autogestionado por presos.
Llegó a media mañana y al ser recibido saludó a todos los que se encontraban a esas horas en el espacio cooperativista visiblemente emocionado por el reencuentro con aquellos con quienes compartiera vivencias no sólo de corte carcelario sino también del espacio de autogestión que supo contenerlo.
Comenta que pudo salir de la cárcel por haber recibido el beneficio de una tobillera y más tarde pudo comenzar a trabajar.
Hoy ya tiene el beneficio de la libre deambulación y no desaprovecho oportunidad de visitar Liberté donde ha sido entrevistado y su relato será volcado en las páginas del libro que relatará la historia de lo que hoy es cooperativa.
De ninguna manera dejo pasar por alto aquel momento de su ingreso a la cárcel como detenido recordando que si bien eran momentos grises de su vida también supo encontrarse frente a acciones que bien se pueden catalogar como hechos positivos y allí se destaca su paso por Liberté.
Mira a su alrededor y se sorprende de manera grata al advertir el crecimiento del sector respecto de los tiempos donde todo era muy difícil de lograr como poder comer un chocolate o tomar una gaseosa, remarcando que eso hoy si es posible a través del servicio que se brinda desde el almacén de Liberté.
Sigue recordando mientras también observa la rotisería instalada, vuelve a comentar lo difícil que ha sido lograr esto y para ello es apoyado por el relato de quien fuera aquel que lo recibiera por primera vez en Liberté cuando solo era taller de artesanías, pampa, con quien, en compañía de otro compañero, Ariel llevan a cabo una breve recorrida por las instalaciones que son nuevas para pepo quien no deja de asombrarse al ver el trabajo realizado.
Le preguntamos algunas cosas más y ya entrando en su vida netamente personal, una y otra vez relata que cuando salió fue muy importante el cariño que le prodigaron tanto su familia como vecinos y amigos y nos cuenta que en cuanto termine su período de condena ya tiene pensado en retomar su antiguo oficio, marinería mercante.
Nos despedimos de él y deja un mensaje de esperanza apoyado en su testimonio para quienes aún hoy permanecen anclados en condenas impuestas por la justicia cumpliéndolas en el interior de la cárcel y citó: "Tener empatía y ser buen compañero, aguantar todo lo posible porque el día de la libertad llega."
Fuente: cooperativaLiberté