Un antes y un después en la vida de Carlos

Carlos, un hombre de 75 años que lleva 7 años privado de libertad en la Unidad Penitenciaria 15 de Batán, encontró un nuevo sentido de propósito y libertad en la Cooperativa Liberté, la cuál se encuentra ubicada en la cárcel de Batán y es autogestionada por los propios presos. Después de años de rutina y encierro en su pabellón, un compañero lo invitó a unirse a Liberté, y desde entonces, su vida cambió drásticamente.

La biblioteca, un espacio de crecimiento y aprendizaje

Carlos se unió a la biblioteca de Liberté, donde actualmente coordina las actividades. Describe el espacio como un lugar de tranquilidad y libertad, donde puede leer y aprender. La biblioteca cuenta con una gran cantidad de libros donados por personas e instituciones, y se están construyendo los carpinteros de la cooperativa una plataforma en madera,  para realizar conferencias.

Un espacio de libertad y autogestión

Carlos destaca la libertad y autogestión que se respira en Liberté. "Tenemos una libertad total, lo único que tenemos que hacer es ser responsables del rol diario que ocupamos", dice. La cooperativa ofrece diversas actividades, como capacitación en oficios, huerta orgánica, carpintería y gimnasio, lo que permite a los detenidos desarrollar nuevas habilidades y encontrar un sentido de propósito.

Un testimonio de esperanza

La historia de Carlos es un testimonio de la importancia de los espacios de libertad y aprendizaje en contextos de privación de libertad. Liberté es un ejemplo de cómo se puede crear un entorno que fomente el crecimiento personal y la responsabilidad, incluso en situaciones de encierro.

Conclusión

La experiencia de Carlos en Liberté es un recordatorio de que, incluso en los lugares más difíciles, hay oportunidades para crecer y aprender. La Cooperativa Liberté es un ejemplo de cómo se puede crear un espacio de libertad y autogestión que beneficie a los detenidos y les permita encontrar un nuevo sentido de propósito en la vida. 

Fuente: Prensa Liberté