La llegada a Liberté
Carlos llegó hasta el estudio de nuestra radio, Aires de Liberté. En el inicio, le preguntamos a Carlos cuánto tiempo lleva en esta situación de encierro. "Mi encierro comenzó en el año 2020", dijo Carlos, y agregó: "tres meses estuve viviendo en la Alcaldía 44".
La vida en la Unidad Penitenciaria 15
También cuenta que tras ese lapso de tiempo pasó a la Unidad Penitenciaria 15, de aquí, en Batán, donde actualmente se encuentra. A poco de haber llegado, dijo: "trabajé en lo que es mantenimiento de la cárcel, en el sector talleres del área 'máxima seguridad', por dos años".
El descubrimiento de Liberté
Contó que conversando con un compañero, este le comentó que existía un lugar llamado Liberté, que se encontraba en la misma unidad y que allí él podría vivir una experiencia única porque se sentiría en libertad. Carlos cuenta que eso lo convenció, pues para él nada es más importante que sentirse libre.
La experiencia en Liberté
Carlos se integró a Liberté y charló con "Pampa", quien inmediatamente aceptó que Carlos formase parte de la comunidad. También cuenta que, más allá de la buena camaradería existente entre los integrantes de Liberté, hay en este espacio oportunidades de capacitarse en diversos temas mediante cursos. Actualmente, se capacita todos los días en carpintería y ya aprendió entre otras cosas a hacer manualidades en madera.
El futuro y la extradición
Cuando le preguntamos acerca del tiempo que le falta para cerrar esta etapa del contexto de encierro, nos dice que aún le quedan por hacer cinco años más. Él es de nacionalidad paraguaya, aunque aclara sentirse más argentino que paraguayo, ya que desde niño vive en nuestro país. Es por ello que hoy analiza acogerse al beneficio de ley que, por ser de otra nacionalidad, tiene la posibilidad de la extradición al cumplir la mitad de la condena.
Un testimonio de libertad
Carlos repite una y otra vez sentirse en libertad en el ámbito de lo que reconocemos como "territorio Liberté". "Mi recuerdo será por siempre imborrable sobre esta experiencia en Liberté; acá te tratan bien, hay muy buenos compañeros, esto te ayuda a salir adelante, me llevaré un muy buen recuerdo". "Yo no quiero dejar de venir nunca", sonríe y dice. "Cuando por las tardes llego al pabellón (luego de una jornada en Liberté), ya comienzo a contar las horas para regresar", y repite de manera casi interminable: "aquí estoy en libertad". Por último, dijo que sería fantástico que el modelo autogestivo de Libertè se pusiera en práctica en otras cárceles para que muchas personas que viven en el contexto de encierro puedan experimentar "libertad y crecimiento propio", aún desde este encierro.
Fuente: Prensa Liberté