Él es un preso que se encuentra alojado en la cárcel de Batán hace casi diez años, es un asiduo concurrente de Liberté y nos cuenta que ha recorrido en ese tiempo varias cárceles. Recuerda que llegó a nuestro espacio con la posibilidad de realizar una tarea y que a pesar de que eso no se concretó, siguió viniendo, afirma que se siente como libre en este lugar, física y mentalmente pues le permite encontrarse con gente que piensa diferente, que busca un objetivo diferente en cuanto a lo que es el contexto de encierro, lo que es la cárcel.

Habla también de una sana convivencia entre presos de distintos pabellones y distintas causas, en el espacio Liberté, donde todo se comparte desde una comida hasta un aprendizaje a través de los cursos y talleres de capacitación, esto es lo que se ofrece, compartir el lugar dijo Emanuel.

Dijo también que la gente cuando llega desde afuera desconoce que es lo que aquí se genera y cuando se va lo hace con una buena impresión.

Facilitador de salud y representante de la población de pabellón

Respecto a esto señala sentirse cómodo, encarnando esta figura que actúa como un intermediario, quien facilita tareas que se relacionan con saber que le pueda estar pasando a un preso en lo que respecta a la salud, ya sea por un malestar o alcanzarle su medicación. Es esta una tarea donde puede ayudar, mirar no tanto por uno mismo sino por el otro y esto es muy gratificante aseveró.

Uno como representante de su pabellón actúa como un mediador, porque a veces las necesidades son demandantes en cuanto a lo que es el pabellón, nos dice Emanuel, y continúa diciendo que hay que tomar ciertas responsabilidades, porque no es solamente ser referente, muchas veces hay que ser oidor.

Veo cual es la convicción que no sólo se mira por política sino por conciencia, para resolver un conflicto que la subcultura de la cárcel no impulsa al detenido esto hace que se tome consenso, a que no lleguemos a una situación gravosa, puntualizo Emanuel.

Fuente: Liberté