En un esfuerzo por sacar de las sombras que representan a la ignorancia, hoy se brinda en nuestra entidad, capacitación, mediante un taller que trata, acerca de lo que es el acceso a la justicia y también brinda conocimientos respecto al tratamiento ambulatorio.
Lucas, es un compañero que lleva un tiempo preso en la cárcel de Batán y trabaja en Liberté desde hace unos nueve meses, inicio sus trabajos como huertero, para luego pasar al almacén, donde realiza tareas administrativas hasta el día de hoy.
Pero su interés por realizar actividades dentro de la estructura, no terminan allí, por ello, decidió emprender, con la anuencia de las autoridades de la cooperativa, un taller relacionado con lo que significa acceso a la justicia.
Así se convirtió en un capacitador no formal, por lo cual, se ha tomado con mucha responsabilidad llevar adelante la coordinación del mismo, el cual es brindado los días, lunes y jueves, de cada mes.
Nos dice en este reportaje, que, en los últimos tiempos, este tema se encuentra muy vigente, y nos explica diferencias entre lo que es “acceso a la justicia”, y “acceso a justicia”.
Cita también que muchas personas, confunden, y creen que acceder a la justicia, es directamente tratar causas penales, y no es así, acceder a la justicia, de acuerdo a lo que nos comenta Lucas, en este caso es, poder comprender, de qué manera, se puede destrabar un trámite conflictuado.
Y esto es para todas las personas, ya sea se encuentren en una privación de su libertad, como así también en el mundo libre, en definitiva, para todos aquellos que, de alguna u otra manera sienten que sus derechos, han sido violados.
Este tipo de situaciones, bien puede ser, por lo que se denomina violencia institucional, al no son atendidos, como se debiera, en un registro de las personas, por ejemplo, con un trámite tan simple como gestionar un carnet de conducir, o en cualquier otra repartición pública, donde no se corresponden, con el oportuno requerimiento, por parte de quien asiste al lugar, en búsqueda de respuestas, de acuerdo con su interés.
Esta capacitación sirve, para saber donde tiene que dirigirse cuando un derecho le es vulnerado, o cuando desconoce la vía para llegar a obtener lo que quiere.
Acceso a justicia, dice Lucas, no deja de correr paralelo a lo que es a la justicia, esto último sí es acudir a los juzgados, acceder a lo que uno desea o necesita en el momento, acceder a esos derechos que le han sido vulnerados.
Lo que se pretende, indica Lucas, en este caso es orientar, a quienes se encuentran privados de su libertad, a saber, que, por derecho propio, tienen acceso a pelear por sus derechos, entendiendo que se les han negado, vulnerados o que simplemente desconocen.
Además, cuenta que, cuando uno recién ingresa a una unidad penitenciaria, se encuentra lleno de incertidumbre, con temores frente a lo desconocido y no le surge preguntar o reclamar sobre alguno o todos sus derechos.
Lucas nos habla de la confección de un librillo, que en principio fue repartido entre algunos internos que trabajan en Liberté, en la oportunidad de desarrollarse el taller que habla sobre el trabajo de nuestro espacio, “la cátedra Liberté”, el cual contó con el fuerte aval de la Secretaría de extensión universitaria de la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social, perteneciente a la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Así es que Lucas ve con buenos ojos que se promueva la confección de muchos librillos instructivos, para aquellos primarios, que cuando recién entran en la cárcel, tienen un gran desconocimiento de todo aquello que tenga que ver con acceso a la justicia.
De esa manera que sepan como desempeñarse en las distintas áreas de la unidad, que tenga referentes en cada pabellón a los que pueda preguntarles, quien es el procurador, como me dirijo hacia un juzgado, que debo hacer para estudiar, para trabajar, o sea todo lo relacionado a su desempeño dentro de una unidad penitenciaria.
Por todo esto es que conformamos un equipo de trabajo al servicio del interno, la finalidad es garantizar y facilitar, para el beneficio del interno, desde diversos canales, el acceso a la justicia, generalmente dice Lucas es tratar de ayudar a los más vulnerados.
Se articula con otros organismos del propio servicio penitenciario, y también del medio libre. En cuanto a aquellas personas en las cuales se detecta que no saben leer, se los va derivando al área de educación, también los que no tienen un empleo, sucede algo similar, se los direcciona a encontrarlo.
Hay un mail, directo con los juzgados, donde pueden enviar los escritos con sus pedidos, los que en principios se los hacemos nosotros, indica Lucas, aunque también advierte que, les enseñan a hacer sus propios escritos, y de esa manera tienen acceso a la justicia desde nuestro taller.
Les enseñamos que aprendan cuales son los derechos que oportunamente les han sido vulnerados y de esa manera, mediante el conocimiento de los derechos que tienen, al tomar conocimiento de los mismos, les permita indicarles a sus abogados que trabajen de acuerdo a sus situaciones.
Fuente: Prensa Liberté